
Los documentos más antiguos que atestiguan el uso de productos de coloración fueron encontrados en las tumbas faraónicas en las que junto a perfumes y maquillajes propios de la época se encontraron polvos hechos de alheña. Sabemos también que los egipcios usaban otro tipo de plantas y tintes metálicos para modificar el color de su cabello. Otras civilizaciones contemporáneas y posteriores usaban también estos productos, por ejemplo el uso de alheña para teñir el pelo, dedos de las manos y plantas de los pies estaba extendido en la India y Persia, y se sabe que los hebreos también practicaban estos métodos (que curiosamente usaban mucho más los hombres para teñir sus barbas). En las tumbas de los antiguos griegos se han encontrado tintes basados en plomo color blanco y bermellón. Al plomo recurrieron también los romanos, aunque el color preferido de los romanos era el rubio y para conseguirlo recurrieron a una variedad de técnicas (incluidas pelucas hechas del pelo natural de las esclavas galas, de quienes conocieron y envidiaron sus rubias cabelleras). Plinio llega a citar hasta cien "recetas" de tinte diferentes que incluían desde tintes vegetales, huevo, vinagre, frutas, etc. Según
Quicherat, en el Renacimiento eran usuales los polvos que se obtenían de iris machacados para las rubias y de violetas para las morenas y que se pegaban al pelo tras aplicarle a este un mucílago, una sustancia pegajosa que requería que cada poco se lavase intensamente el pelo porque aquello quedaba que ni se le podía pasar un peine. En el s. XVII muchas mujeres se teñían de pelirrojas en honor a la reina Elizabeth, cuya cabeza real lucía un rubio-pelirrojo y lo hacían mezclando una solución de alumbre y una cocción de ruibarbo. Los polvos volvieron con Luis XV y Luis XVI, y no fue sino hasta entrado el s. XIX que se descubrió que algunas sustancias que se usaban para teñir pelo animal valían para este otro animal que es el ser humano. El uso extensivo de tintes sintéticos no se dio hasta entrados los años 20, década en la que se empezaron a usar más allá que para cubrir canas. El uso de tintes oxidativos se despojó de algunos prejuicios y se convirtieron entonces en una nueva moda, y la tendencia ha continuado en el tiempo con la incorporación paulatina de nuevos colorantes tras la IIGM.
Los tintes modernos ofrecen una variedad amplia tanto de formatos como de colores. El 70% de las mujeres pertenecientes al "primer mundo" se tiñe al menos una vez en su vida y muchas lo hacen de manera periódica (2). El 80% del mercado lo copan los productos los tintes permanentes.
¿Qué es un tinte capilar?
Podemos definir los tintes como productos que alteran temporal o permanentemente el color del cabello, sea eliminando el color original y/o añadiendo nuevos colores.
Tintes vegetales
Como vimos esta clase de tintes se lleva usando desde hace muchísimo tiempo, y son preferidos por las personas que buscan opciones no-sintéticas para teñirse el pelo. La manera en que actúan sobre el pelo y la duración de sus resultados depende de qué usemos. Las tres plantas principales que se usan para teñir el pelo son la alheña (henna), la camomila y el añil.
- Henna: las hojas de la alheña (¿sabíais que la palabra henna no está reconocida por la RAE?) se secan y luego se muelen formando un polvo que también recibe el nombre de alheña y que es el que se usa como tinte mezclándolo con agua, mezcla que se deja en el cabello un tiempo aproximado de 40 minutos en los que el pelo se tiñe. Es frecuente envolver el pelo impregnado de la mezcla y dejarlo actuar toda la noche para obtener resultados muy intensos. En cabellos oscuros produce un color bermejo (marrón rojizo) muy valorado en países musulmanes (se dice que la barba de Mahoma estaba teñida con alheña), mientras que en cabellos más claros deja un color "zanahoria". El activo que encontramos en la alheña es el 2-hydroxy-1,4-naphtoquinone, llamado también ácido henotánico. Este ácido reacciona con la proteína del cabello provocando los cambios intensos de coloración que se aprecian tras su uso, pero sus efectos son poco duraderos. También contiene taninas que son responsables de dejar el pelo algo tieso.
El uso de alheña en Occidente es minoritario, asimismo comprende una serie de problemas como la imposibilidad de determinar el color resultante, que no cubre las canas (cuando es totalmente natural...), que es incompatible con otros tratamientos posteriores posibles (no se deben usar tintes sintéticos si hemos usado alheña), etc. Es frecuente encontrar productos que usan componentes sintéticos que prolongan, intensifican o modifican los resultados que proporciona, aunque también encontramos productos basados en varios tintes vegetales. Si os interesa porque usáis cosmética natural, es importante que os fijéis en que no estén colando gato por liebre.
- Camomila: la camomila contiene apigenina o 4′,5,7-trihydroxyflavone, que es capaz de teñir de un color amarillo. Se usa bien como una cocción de la planta en agua o bien en forma de pasta como la alheña, en este caso se secan y se mezcla el polvo con caolín antes de añadirle agua. El efecto es acumulativo. Ahora bien, quisiera comentar que no tiene nada que ver usar la planta entera molida por ejemplo que usar productos que contienen camomila y que prometen aclarar el cabello, ya que estos últimos no hacen nada (o al menos lo que llevan de camomila). La camomila es cara y si os fijáis los productos para el cabello llevan "extracto de camomila" y a razón de su precio se usan extractos que no contienen suficiente apigenina y además lo que se usa es totalmente insuficiente para teñir el cabello. Esta clase de productos cuando son efectivos lo son porque incorporan normalmente agua oxigenada, no porque lleven camomila. La camomila funciona, pero usando la planta entera y mejor en forma de pasta. Los productos que vemos en el mercado que dicen aclarar al pelo el llevarla, en cambio, si aclaran el pelo no es por la cantidad ínfima e insuficiente que llevan de "extracto de camomila".
- Añil: el añil es una planta de la que se extrae un tinte azul. Se usa mezclándolo con alheña para conseguir tintes que van de negro a castaño.
Tintes metálicos
Los tintes metálicos han caído en amplio desuso, se basan en el uso de sales metálicas (principalmente de plomo y plata) que se depositan al reaccionar con la queratina del cabello en la superficie del mismo y que al oxidarse dan color. Hay gente que piensa que se pueden usar para "restaurar" el color original del pelo pero no hay pruebas válidas que lo demuestren. Se llegaron a usar sales de cobre, bismuto, cobalto, magnesio, etc. para obtener una mayor variedad de colores. La aplicación del producto es diaria y los resultados son progresivos. Se han usado desde principios del s. XIX y recibía nombres exóticos como: eau d' Egypte, eau de Grèce o eau de Chine. Sus desventajas son amplias y la principal de ellas es que en su mayoría son productos tóxicos y su aplicación debe estar totalmente controlada. Además el color que proporcionan es algo apagado, sin matices. Por último lugar su uso es incompatible con productos decolorantes o tratamientos que cambian la forma del pelo permanentemente ya que su uso combinado genera una reacción (hacen de catalizadores del peróxido de hidrógeno, y este último sufre una degradación muy rápida) que provoca que el pelo se rompa y que puede llevar a quemaduras en el cuero cabelludo.
Tintes sintéticos: subtipos de productos
Los tintes actuales pueden remover el pigmento que da originalmente color al pelo, depositar un nuevo pigmento o hacer ambas cosas a la vez. Los resultados varían, desde un matiz ligero a un cambio significativo en el color respecto del color de pelo original. La clasificación de los tintes capilares oxidativos/sintéticos se hace basándose en el tiempo que dura el cambio de color que experimenta el cabello. Los productos destinados a un uso casero funcionan bajo los mismos principios químicos que los tintes que se usan en el ámbito profesional, aunque difieren especialmente en la gama de tonos disponibles.
Tintes temporales
Los tintes temporales se elaboran con tintes ácidos de gran peso molecular o dispersos (lo cual impide o dificulta su absorción), que a su vez tienen una gran solubilidad respecto de la base/canal del tinte. El tinte suele incluir un polímero catiónico para disminuir su solubilidad y aumentar su afinidad por el cabello; este complejo se mezcla con surfactantes para lograr su dispersión en el canal/base del tinte. Dicho complejo recubre entonces el cabello y puede ser removido con los lavados (3). Las fuerzas de atracción entre el tinte y el cabello son débiles, así que el pigmento se desprende fácilmente con uno-dos lavados.
Cada color suele incluir una mezcla de entre dos y cinco pigmentos para conseguir el color deseado (4). Suelen presentarse en forma de spray o mousse, y si bien su capacidad para cubrir canas o aclarar el pelo es bastante limitada, los tintes temporales son una buena opción para probar algún color o refrescar algún color que ya llevamos.
Los champús o mascarillas con pigmento para mantener el color o matizar funcionan a veces de esta manera, por ejemplo, depositan una pequeña cantidad de pigmento que puede ayudar a potenciar o mantener el tinte que llevemos pero se pierden con los lavados y su potencia es considerablemente limitada.
Tintes semi-permanentes
Los tintes semi-permanentes se caracterizan por usar pigmentos de bajo peso molecular, lo que les permite situarse de forma difusa por las capas más externas de la cutícula sin crear vínculos fuertes con las proteínas capilares. Duran unos 6-8 lavados. La familia más importante de este subtipo es la familia de los tintes nitro. Se trata de tintes no-iónicos que por esto son capaces de escapar de la influencia de las cargas negativas propias del pelo y así gracias también a su pequeño tamaño pueden penetrar en la cutícula del cabello. Cuando lavamos el pelo la cutícula se levanta, lo que permite que el pigmento "salga" y se diluya, ya que son solubles al agua. Los colores disponibles son limitados, se suelen dejar en el cabello entre 20-30 minutos y no aclaran ni cubren bien las canas.
A esta categoría pertenecen por ejemplo los tintes fantasía o algunas mascarillas con pigmento, con una textura similar a la de un acondicionador, sin agente oxidante y una duración más bien limitada. La ausencia de oxidante en tintes de fantasía por ejemplo exige normalmente una decoloración previa para que el pigmento depositado sea visible, ya que en cabellos oscuros no dejan más que con suerte algún reflejo y en muchas ocasiones incluso se requiere la decoloración de cabellos rubios medios y claros, depende del tono del que partamos y del que queramos conseguir.
Tintes demipermanentes y permanentes
Involucran química oxidativa, por lo que requieren de la presencia de dos productos diferenciados que deben mezclarse antes de la aplicación. La diferencia entre los tintes demipermanentes y permanentes es el tipo y nivel de agente alcalino usado y la concentración de peróxido, lo que resulta en diferentes capacidades para cubrir el pelo así como en diferentes duraciones.
Los tintes demipermanentes usan habitualmente concentraciones del 2% de peróxido y niveles bajos de agente alcalino (que suele ser monoetanolamina y no amoníaco), lo que provoca una penetración menos eficiente del pigmento. Su duración aproximada es de 24 lavados. Se usan para resaltar o reavivar un color que ya usemos, pero cubren las canas en torno a un 50% y no aclaran el cabello. En España los conocemos cotidianamente como baños de color.
Los tintes permanentes usan una concentración de peróxido de hasta el 6% y contienen amoníaco como agente alcalino, la finalidad es elevar el pH del producto resultante de la mezcla a niveles entre 9.0-10.5, lo que permite la penetración del pigmento hasta el córtex. Son el grupo como mayor variedad de tonos y también mayor duración. Pueden aclarar significativamente el cabello (a partir de concentraciones de peróxido al 3% se puede ver un aclaramiento de forma progresiva) y cubren las canas al 100%. La reaplicación es necesaria cada 4-6 semanas (periodo en el que el pelo habrá crecido aproximadamente 1 cm) para evitar el "efecto raíz".
Decolorantes
Los decolorantes son tintes que cambian el color del pelo sin añadir ningún color nuevo. Aparte de peróxido de hidrógeno y amoníaco, incluyen persulfatos para incrementar y potenciar la capacidad decolorante del producto. La decoloración es el método más eficaz de aclarar el cabello; en cabellos oscuros especialmente pueden dar resultados de un tono amarillento-anaranjado normalmente indeseado. Pueden eliminar el color original completamente y también deber ser reaplicados de manera frecuente para evitar un contraste con el pelo nuevo.
Química
Pigmentación natural del pelo
La pigmentación natural del cabello está causada por la presencia de melanina en el córtex y tallo piloso, lo que se da en la forma de pequeños gránulos de melanina. Todos los colores de cabello naturales conocidos se conforman a raíz de dos clases de melanina: por un lado, la más común y marronácea-negruzca eumelanina y por otro, la más rara rojiza-amarillenta feomelanina. El color final del cabello está determinado por la cantidad de melanina que contiene, el tamaño de los gránulos y el ratio entre eumelanina y feomelanina, que constituyen en su conjunto alrededor del 3% de la masa total del cabello (4). Las canas son el resultado de una ausencia de producción de melanina por parte de los melanocitos, ubicados en el folículo, es decir, en realidad, se trata de un pelo con una cantidad de melanina muy baja que al ser atravesado por la luz presenta un color blanco. Los melanocitos se "cansan" con los años y empiezan a cometer errores, como posicionar los gránulos de melanina en partes del cabello desde donde no son capaces de aportar un color visible (8). Los gránulos de melanina se encuentran dispersos por el tallo piloso, concentrándose especialmente en el borde más exterior. Como norma general, la cutícula no contiene melanina así que es transparente.
Tintes permanentes
Cuando usamos un tinte permanente se dan dos procesos químicos fundamentales, que contribuyen a conseguir el color final:
- Primero, se oxidan los gránulos de melanina y el pigmento, de haberlo, depositado con anterioridad. La melanina es parcialmente disuelta y posteriormente es eliminada. En un proceso de decoloración total la melanina es completamente disuelta, y los gránulos dejan pequeños huecos a lo largo del córtex. Es un proceso tempo-dependiente y curiosamente, frente a la percepción popular que considera que decolorar cabellos oscuros es más difícil, en realidad le feomelanina es más resistente a este proceso oxidativo que la eumelanina, por eso lo que cuesta quitar son los tonos rojizos-anaranjados.
- Los tintes permanentes están basados en la formación oxidativa del pigmento por el peróxido de hidrógeno de los llamados precursores o intermediarios primarios, que pertenecen generalmente al grupo químico de la p-diaminas y los p-aminofenoles; en presencia de varios acopladores. El proceso comienza cuando la gran alcalinidad del producto levanta la cutícula, "inflama" la fibra y permite la entrada de las moléculas hasta el córtex, donde se forma el tinte en tres pasos básicos. Los precursores se oxidan en
iminas, que reaccionan con sus contrapartes no oxidadas para formar complejos de tono marrón-negro. En la presencia de acopladores o modificadores del color las iminas reaccionan preferentemente con éstos; este complejo resultante se oxida finalmente para formar el pigmento. Los acopladores no producen un color nuevo, sino que modifican el proceso de oxidación del precursor. El color resulta de la mezcla entre precursores y acopladores y consiste en una variedad de moléculas grandes de color. Justamente su tamaño es lo que les confiere su mayor duración, ya que resisten mejor los lavados (5).
Formulación
Los tintes permanentes se venden como un conjunto de dos productos, uno contiene los precursores y el agente alcalino (amoníaco o monoetanolamina) en una base de surfactantes; mientras que el otro contiene peróxido de hidrógeno estabilizado (llamado normalmente "revelador"). En la tabla de abajo (que podéis ampliar para ver mejor abriéndola en una pestaña nueva) tenéis el tipo de componente que suelen incluir las fórmulas junto a su función y algunos nombres con los que podemos encontrarlos normalmente en las listas de ingredientes (los he dejado en inglés ya que suelen aparecer así):
Impacto del tinte en la estructura del pelo
Los colores oxidativos demipermanentes y permanentes así como las decoloraciones generan daños estructurales en el pelo. Recordemos que la primera fase consiste en levantar la cutícula para permitir el acceso del producto al córtex, y como comentamos ya
en esta y
esta entrada, la cutícula es la barrera de defensa del pelo y una de las características más importantes de un pelo sano es su hidrofobia, además dependiendo del nivel de oxidación los daños pueden llegar a destruir totalmente la fibra capilar, es decir, el daño es gradual, depende del estado inicial del pelo y del proceso químico que le hagamos soportar. El daño es irreparable y en tanto que el pelo queda más frágil, las fuentes de daño tales como el daño mecánico le afectan en mayor grado, lo que resulta en último término en que cuanto más dañado quede el pelo tras el proceso químico, más rápidamente acumulará daño.

La foto de arriba muestra el paso de un pelo sano y con una cutícula hidrofóbica a un pelo decolorado que ha pasado a ser totalmente hidrofílico, como veis las gotas de agua se absorben casi totalmente. Creo que es patente también la pérdida de grosor del cabello.
Colorimetría
Una vez que conocemos las nociones más rudimentarias sobre qué es un tinte, cómo funciona y qué efectos tiene, llega una parte algo complicada para mí ya que mi interés se centra sobre todo en lo que hemos comentado arriba y no tanto en el aspecto "práctico", aún así he buscado una variedad de fuentes que he contrastado (de las que he elegido un par en español que creo que explican la teoría fácilmente, que podéis consultar en la sección de referencias) y a raíz de esto intentaré hacer una exposición sucinta del tema. Por tanto si alguien sabe más que yo y ve algún error le pido amablemente que me corrija y le invito a aportar la información que considere precisa.
Escala de tonos
La escala de tonos es un sistema de categorización que establece una jerarquía numérica (cada número se corresponde con un tono de pelo "natural", serían digamos los tonos más básicos) que permite establecer directrices a la hora de elegir la intensidad de nuestro agente oxidante. En peluquería, la concentración de peróxido se mide en volúmenes, correspondiendo cada volumen a un minuto de oxidación. Los volúmenes habituales de peróxido van desde 10-40 (siendo 40% el máximo que podemos encontrar para decolorar), cada uno por tanto aporta un mayor tiempo de oxidación. La escala de tonos por su parte va normalmente del 1 al 10, y se corresponde con la claridad/oscuridad de cada tono básico (virgen) de manera tal que el color más oscuro (negro o marrón muy oscuro) corresponde al 1 y el rubio más claro antes del pelo blanco al 10. En algunas cartas de tintes europeas podemos encontrar tintes a la altura de un 11, 12 y he llegado a ver hasta 14; la escala básica recorre los diez primeros números naturales y estos tonos extra se suelen corresponder corresponden a súper-aclarantes, no contienen demasiado pigmento y suelen funcionar como o precisar decolorantes. Sobre los súper-aclarantes han contribuido en los comentarios de forma anónima (¡gracias!) con lo siguiente:
"Esas numeraciones corresponden a las gamas de tonos superaclarantes, que no son más que una pasta decolorante de gran potencia alcalina, y sin poder de aportar color al cabello, solamente incluyen matices azul/violáceos para ir corrigiendo los tonos amarillos indeseados conforme se realiza la aclaración. Están indicados para evitar decolorar el cabello desde la altura 6 natural a la 8, ya que solo aclaran como máximo 4 tonos, se mezclan obligatoriamente con oxidantes de 40 volúmenes en una fórmula universal de proporción 2+1, es decir, dos partes de oxidante por una de color, y su tiempo de pose va desde los 45 minutos mínimo, a los 60 minutos máximo, dependiendo del color natural de cada cliente. El objetivo es conseguir la altura 10, sin necesidad de decolorar. Por otro lado, un cliente con una altura natural del 1 al 5, debe decolorarse para conseguuir la altura 10, ya que los superaclarantes no tienen suficiente poder en estos casos."
Aunque las marcas usen la misma escala cada color puede -y suele- variar de marca a marca, por eso es importante antes de elegir un tono dentro de una línea ubicar cuál corresponde en dicha marca concreta a nuestro color natural. Por ejemplo tenemos esta escala de tonos naturales de la marca Koleston:

En mi caso por ejemplo mi color natural estaría entre el 7 y el 8, más cerca del 7 que del 8 aunque más dorado; en otras marcas a veces me acerco más al 8, por ejemplo en la carta de L'Oreal Majirel, a veces me correspondería un 6, depende. Por lo general si compro cosas similares a mi tono natural me decanto por un ocho y más o menos funciona, quiero decir con esto que tampoco es que las diferencias sean una locura absoluta, pero lo mejor es ubicarse dentro del lineal de cada marca. Como veis los nombres no se corresponden con la denominación habitual y cotidiana que hacemos de ciertos tonos, en la calle mi pelo es un castaño claro, pero en realidad mi tono natural es un rubio claro/medio. Imaginad si llego a una peluquería, pido un tono castaño claro, ¡y salgo con un 5! Lo mejor en estos casos es referirse a la escala numérica.
Ahora bien, ¿qué tiene esto que ver con los volúmenes? Cada volumen de peróxido alcanza a aclarar un número de tonos. El peróxido de 10 volúmenes se suele usar para ayudar a que el color se deposite en un pelo sin canas y para tonos sobre tono, porque realmente no aclara demasiado, nos sirve si queremos usar un color de nuestro tono natural o más oscuro, pero no más claro. El péroxido de 20vol. se usa para deposición de color en canas y aclara entre uno y dos tonos. El peróxido de 30vol. ya no se utiliza para la deposición de color sino para aclarar y levanta de 2 a 3 tonos. El peróxido de 40vol. por su parte tiene el mismo cometido único y levanta entre 3 y 4 tonos. El peróxido de 60vol. no lo he visto nunca, supongo que se usa por profesionales en contados y raros casos, en cualquier caso el peróxido es muy irritante y puede quemar la piel así que hay que intentar usar siempre la menor cantidad de volúmenes posible. Y bien, ¿cómo funciona? Supongamos que tengo un tono natural número 6 y quiero un tono número 10. Necesito levantar cuatro tonos, esto puedo hacerlo por ejemplo con decoloraciones separadas a 20vol. o con una decoloración a 40vol. Ahora bien, esto no me ha quedado muy claro así que lo expondré con las dudas que tengo. A priori el sistema es sencillo, pero he leído también que en realidad el proceso para elegir el color del tinte es el siguiente: supongamos que tengo un 6 y quiero un 8. Necesito levantar dos tonos, pues bien, en realidad lo que haríamos sería sumar la cantidad de tonos que necesitamos levantar al color que queremos, en este caso por tanto partiendo de un seis para conseguir un 8 escogería un tono 10 a 30vol. Francamente no me aclaro con la información que he logrado reunir así que si alguien sabe, que diga algo :)
Pigmento Contribuyente
Si os habéis teñido alguna vez, sabréis que la cosa no acaba aquí, sino que hay otros factores, en este caso hablamos del pigmento contribuyente. ¿Qué es el pigmento contribuyente? Cada tono natural tiene además un color contribuyente que sale a la superficie cuando aclaramos el pelo. A la hora de aclarar o decolorar el pelo debemos tener en cuenta la interacción de los pigmentos contribuyentes:
Por ejemplo, si pasásemos de un 1 a un 9, tendríamos una mezcla entre los pigmentos constiribuyentes resultante en verde, que, a no ser que nos guste, hay que neutralizar.
Círculo cromático
Y para neutralizar...necesitamos tirar de los colores complementarios y de la teoría del color básica. El color complementario de otro es aquel que logra neutralizarlo. Para averiguar cuál es el color complementario de, en nuestro caso verde, necesitamos recurrir al círculo cromático, donde cada color complementario está uno frente a otro.
Vemos que el verde se complementa con el rojo, con lo cual, habrá que seleccionar un tono con matiz rojo para neutralizar el pigmento contribuyente.
Matices
¿Matiz rojo? Aquí es donde se empieza a complicar más si cabe todo. Los colores naturales pueden tener una variedad de reflejos que se expresan situándolos tras el color natural tras una coma o punto. Los reflejos básicos son:
1. Ceniza (azul)
2. Irisado (
morado violeta, o mezcla de azul con violeta)
3. Dorado (amarillo)
4. Cobrizo (amarillo anaranjado)
5. Caoba (naranja rojizo)
6. Rojo
7. Verde
Como el color es algo complejo la cosa no acaba aquí, sino que encontramos que hay cinco maneras diferentes de denotar un reflejo...
- Un solo número, añade al tono natural el reflejo en cuestión. Un 6.3 es un rubio oscuro dorado.
- Dos números iguales, añade intensidad. Un 6.33 sería un rubio oscuro dorado intenso.
- Cuando en cambio aparece un cero antes del reflejo, nos indica que es un reflejo suave. Un 6.03 sería un rubio oscuro dorado suave.
- Si en cambio aparece tras el matiz, denota un reflejo intenso. Un 6.30 es un rubio dorado oscuro intenso, como un 6.33.
- Cuando aparecen dos matices diferentes, éstos se mezclan, por ejemplo un 7.43 sería un rubio medio cobrizo/dorado y un 9.12 un rubio muy claro ceniza irisado.
En algunos casos, basta con matizar para eliminar ciertos tonos del cabello y no hará falta recurrir a nueva decoloración o tinte por ejemplo, depende del caso. Por ejemplo si nos queda un reflejo naranja que no nos gusta, habremos de escoger un tinte con matiz ceniza (azul) para arreglarlo. En el caso anterior para matizar el verde debemos escoger por ejemplo un 9.06. También venden matizadores que son pigmento puro, que sería lo que usaremos si no queremos volver a usar un tinte permanente.
Después de esto por ejemplo puedo clasificar con más precisión mi pelo natural, que está entre un 7.13-8.13, ya que es rubio medio/claro, ceniza y dorado.
Decolorar
Para decolorar usaremos normalmente peróxido de 30 o 40 volúmenes junto con un polvo decolorante, que os recomiendo comprar azul porque así vamos matizando los posibles dejes naranjas en el propio proceso de decoloración. La decoloración en teoría sigue una serie de tonos estandarizados que van del negro al marrón, de ahí al rojo, al naranja y finalmente llegamos al rubio. Como vimos antes podemos destruir totalmente los pigmentos de melanina que tenemos en el cabello y llegar a tener el pelo blanco. Ahora bien, conviene recordar que nuestro color personal es una mezcla de eumelanina y feomelanina en un ratio variable y que en el proceso de decoloración lo que conseguimos es la degradación de la melanina en nuestro cabello, con lo cual si bien es cierto que es útil estandarizar los pasos que recorre el cabello en un proceso de decoloración, es útil también recordar que será variable en todos los casos, dependiendo directamente de cómo sea nuestro pelo. Pasaremos por todos estos estadios pero quizá se nos resista más salir del rojo o del naranja, o alguna variación que aprenderemos a notar con la experiencia. Recordemos también que el efecto es tempo-dependiente, igual nos vale unir experiencia a esto último para modular el proceso de decoloración en tandas/volúmenes, por ejemplo, con la intención de minimizar el daño en el pelo.
Conclusiones y consejos
- En primer lugar, coger con pinzas la sección de colorimetría :)
- Como vimos hay una variedad de opciones a la hora de teñir el pelo a cada cual más agresiva, es importante valorar bien las opciones y decidirse por la más suave pero que sea efectiva.
- Los tintes permanentes a priori al menos dañan fuertemente la cutícula, por ello uno de los primeros gestos de cuidado es re-modelar nuestra rutina tras el proceso químico para adecuarla al nivel de daño, escogeremos productos más oclusivos que reemplacen artificialmente a la cutícula perdida para que cumplan su función original, es decir, sellar el agua (y en este caso, también el tinte) y proteger el pelo.
- También aparte de pasar a usar mejores oclusivos adecuados al nuevo nivel de daño, dependiendo de si el pelo queda más o menos seco quizá nos interesará aumentar la oleosidad de los productos que usamos. Buscaremos "film-formers" grasosos, desde aceite mineral a manteca de karité, jugando con su oclusividad. No se trata de sustituir, quizá sí, pero normalmente lo que haremos será incrementar oleosidad/oclusividad e incluir si son necesarios otros productos que antes no usábamos. En relación con este tema, os remito a la
entrada sobre agentes acondicionadores.
- Mucha gente se olvida de que quemarse el pelo puede ser traumático, pero quemarse el cuero cabelludo puede llegar a representar un problema de salud grave, dependiendo del grado de quemadura. Asimismo los tintes y productos decolorantes incluyen sustancias irritantes y peligrosas, no quiero decir con esto que haya que teñirse con un traje de buzo, pero sí que hay que tener precauciones mínimas que incluyen usar guantes (manipular producto decolorante con las manos sin nada provoca que se te quemen las yemas de los dedos y es considerablemente doloroso/molesto), teñirse/decolorarse en sitios bien aireados (podemos si no irritar las mucosas), hacer pruebas de sensitividad/alergia, etc.
- El calor aumenta la potencia del producto oxidante así que recordad decolorar la zona de la raíz en último lugar (no sólo por una cuestión de irritación sino también estética, ya que si no nos quedarán las puntas más oscuras) y si es posible, usar menos volúmenes en esa zona. Los tintes oxidantes en general conviene usarlos de la misma manera, aplicar de las puntas a la raíz y una vez que está aplicado dejar el producto el tiempo estipulado que nos indica el envase.
- Como hemos visto la cutícula queda bastante dañada y el tinte lo que hace es adherirse al pelo, e igual que se adhiere, se cae, por ello aparte de usar buenos oclusivos intentaremos lavar el pelo lo menos posible, ya que cuando el pelo se moja se hincha y la cutícula se separa, de hecho la principal causa por la que se pierde tinte es mejor el pelo.
- Del mismo modo con el pelo más seco y frágil pasaremos a usar champús más gentiles que arrastren menos, la unión de
evitar lavarlo cuando no sea necesario + usar surfactantes que arrastren lo menos posible + usar buenos productos oclusivos será la que nos ayude a mantener el color más vivo por más tiempo. No hay productos "especiales" que se usen en los champús para pelos teñidos más allá de menor detergencia y mayor oclusividad, así como normalmente suelen ser algo más grasos/emolientes, ya que el cabello procesado suele quedar algo seco, depende. En definitiva, no hay "trucos mágicos" más allá de adecuar los productos a la nueva condición de nuestro pelo. Del mismo modo intentaremos evitar por ejemplo daños al pelo a expensas del tinte, como las posibles fuentes de daño mecánico, que no harán más que empeorar el estado general de la estructura del pelo.
- Los baños de color son menos dañinos, pero no conviene olvidar que la acumulación de daño es progresiva, ocurre también con los permanentes, claro, pero siempre he tenido la impresión de que se le quita hierro a hacer modificaciones en el pelo menos agresivas pero que requerirán también variar ligeramente nuestra rutina de cuidado capilar ya que sí causan daño, sobre todo si se prolongan en el tiempo, a largo plazo una aplicación continuada de tintes demipermanentes unida a otras fuentes de daño puede dejar el pelo muy sensibilizado.
- Por lo demás naturalmente aparte de por nuestro cuero cabelludo lo mejor es elegir el método que menos dañe el pelo porque no hay mejor arma para mantener el color que mantener la estructura del pelo en el mejor estado posible, recordemos que el pigmento se pierde porque éste "se cae", una cutícula más porosa provocará que se nos vaya el tinte antes.
- Finalmente, igual que el agua fría no cierra la cutícula, el agua caliente no la abre. No hace falta ducharse con agua helada si tenemos el pelo teñido o colores delicados.
- Francamente una vez abandonada la parte más "científica" y ponerme a mirar lo de colorimetría me he hecho una especie de "cacao mental" y si bien la entrada pretende ser superficial, quizá no me he explicado del todo bien o consideréis que en un intento de meter un poco de todo hay algo de vuestro interés que no he comentado, sé que la entrada quizá abarca demasiado, en ese caso no dudéis en comentarlo y vemos si puedo comentar algo al respecto o más bien y mejor aún encontrar algo de información que sea interesante :)
¿Os habéis teñido el pelo, os teñís frecuentemente? ¿Ha cambiado mucho vuestra rutina capilar cuando os habéis teñido o no notáis el daño? Y por último, ¿habéis tenido muchos desastres capilares? ¡Si yo os contara! :)
Fuentes
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