Siguiendo con la serie "Skin 101: Rutina básica", hoy nos toca hablar del tónico. Tengo algunas dudas con la elección de los textos pero bueno, hay muchísimo material y he elegido textos centrados en cada producto, más adelante construiré una lista fijas de posibles lecturas que hacer (la mayoría en inglés, por no decir todas) para intentar paliar mi "mano selecccionadora". El problema es que hay información básica en todos los textos y traducirlos todos sería repetitivo pero a pesar de eso cada uno añade pequeñas diferencias, si tenéis alguna idea sobre cómo hacer entradas atractivas reuniendo la información de aquí y allí sin caer en traducir información que ya ha aparecido en el blog y sin que la información quede desestructurada me gustaría oírla :) El artículo pertenece al mismo volumen que el de la entrada sobre la limpieza de la piel y en este caso se trata de "Toners and anstringents" (Tónicos y astringentes), escrito por Melanie Smith, perteneciente al grupo Mary Kay Inc. Esta entrada creo que es más amena porque se centra sobre todo en ingredientes usados y los relaciona con el tipo de piel.
Por ello, el texto se encuentra bajo libre acceso en la web aquí (p. 91).
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Introducción
Nomenclatura
Función y lugar en la aplicación en la rutina
Consideraciones a la hora de formular
Reclamos publicitarios y métodos de prueba
Reacciones adversas
Sumario
Referencias
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Introducción
La venta de productos de cuidado facial sigue creciendo globalmente, dirigida por nuevos e innovadores canales en los productos, el interés de los consumidores en reducir los signos de la edad, un incremento en la riqueza y la disponibilidad de líneas de productos extranjeros en los países menos desarrollados. La mayoría de las ventas se centran en productos anti-edad/hidratantes. Líneas de productos asociadas a dermatólogos de renombre y packaging minimalista son cada vez más populares con los consumidores, que creen que proveen eficacia a un precio accesible sin prescripción. Euromonitor (1) comunicó que la venta de tónicos a nivel mundial en el año 2004 fue de casi 5 mil millones de dólares, un ritmo algo lento comparado con otro tipo de productos cosméticos de cuidado facial. El incremento de ventas proviene de las zonas de Asia-Pacífico, Europa y Latinoamérica donde los regímenes de múltiples pasos son aceptados. En Estados Unidos, donde la conveniencia es un factor clave en el uso de productos, las ventas alcanzaron un tope de 384.7 millones de dólares en 1999 y desde entonces han ido cayendo, un declive que se supone a largo plazo. La percepción que tienen los consumidores sobre lo innecesario e incluso dañino (ya que la dejan sobreexpuesta) del tónico, la falta de innovación y la poca comodidad en su uso son algunos de los factores que explican este declive. Frecuentemente son percibidos como dañinos al ser relacionados con resequedad en la piel o altos contenidos de alcohol.
En su momento, los tónicos se vendían con la premisa de balancear el pH y ayudar a retirar los restos altamente alcalinos, dañinos e irritantes de las limpiadoras y jabones del pasado. La mayoría de limpiadoras disponibles en la actualidad están formuladas de manera tal que resultan suaves y no alteran el pH de la piel, minimizando con ello la percepción de que el tónico es un paso necesario. Los consumidores actuales prefieren la comodidad de las toallitas de limpieza y los productos multifuncionales. A pesar de esto, hay oportunidades para que tanto dermatólogos, vendedores y consumidores encuentren uso a un tónico bien formulado, que proporcione una experiencia sensorial atractiva, sea adecuado como vehículo de principios y finalmente, que esté formulado de manera adecuada para cada tipo de piel.
Nomenclatura
Tónicos, astringentes, refrescantes de la piel, lociones, suavizantes, balanceadores, aguas de limpieza y otros términos son usados para referirse a productos que caen en este categoría de producto (en español es poco frecuente ver estos términos, pero en inglés hay más variedad). La diferencia en la nomenclatura varía de fabricante a fabricante e incluso dentro de una misma marca de línea a línea. Los tónicos pueden categorizarse como cosméticos (opuesto a tratamiento bajo prescripción médica; en inglés sería un OTC, es decir, un over-the-counter drug), dependerá de sus reclamos e ingredientes.
Función y lugar en la aplicación en la rutina
Los tónicos son productos sin aclarado. Son el segundo paso dentro de la rutina estandarizada y están diseñados para refrescar, tonificar y preparar la piel para el paso de hidratación. Remueven cualquier resto de maquillaje, y las personas con la piel grasa encuentran beneficioso el efecto que tienen sobre el sebo excesivo. Pueden proporcionar una exfoliación suave y sensación de frescor. También pueden servir de vehículo para principios activos o cosmecéuticos como lo son los de naturaleza anti-acné, anti-edad y blanqueantes.
Consideraciones a la hora de formular
Forma de los productos e ingredientes
Normalmente se trata de sustancias acuosas transparentes o soluciones hidroalcohólicas. La elección, función y reclamos correspondientes a los ingredientes determinan tanto la apariencia como el tipo de solución. Generalmente se componen principalmente de agua, que opera como vehículo. El etanol puede ser añadido tanto como canal como astringente o solvente para ciertos principios activos. Es difícil encontrar este alcohol en productos para pieles secas/sensibles y en el mercado asiático, pero podemos encontrarlo en grado variable en productos para pieles normales, mixtas, grasas o acneicas. El etanol funciona además como conservante cuando se emplea en cantidades iguales o superiores al 20%.
Se añaden humectantes para atraer el agua a la piel, mitigar el efecto secante del alcohol, reducir el punto de congelación para asegurar estabilidad en temperaturas frías, solubilizar otros ingredientes y ajustar los aspectos estéticos. La glicerina y el sorbitol son dos de los humectantes con mejor relación eficacia-precio, pero pueden dejar una sensación pegajosa. El ácido policarboxílico de sodio (PCA) es menos pegajoso y, más importante, es similar al PCA que se encuentra en la piel en forma de factor de hidratación natural. Cuando se busca solubilidad, y un efecto estético elegante, no pegajoso y suave se añaden ingredientes como propylene glicol, butylene glicol, polyethylene glycols, y glicerinas etoxiladas (por ejemplo, methyl gluceth-10, methyl glused-20…). Otros ingredientes solubles en agua como el ácido hialurónico pueden usarse también.
Por otra parte, se añaden emolientes como los copolioles de dimeticona y pequeñas cantidades de aceites para dar lubricidad y suavidad. Exigen el uso de cosolubilizantes (por ejemplo, PEG-40 hydrogenated castor oil, PPG-5-ceteth-20, polysorbate 20…) para asegurar la homogenidad de la fórmula. Se añaden en concentraciones del 0.1-0.5%, dependiendo de la cantidad de aceite que la fórmula lleve.
Se añaden asimismo extractos botánicos con distinta finalidad (4-6). La concentración de los mismos es variable. Por ejemplo, los destilados de aloe vera y el hamamelis frecuentemente se usan como vehículos. Algunos extractos son adecuados para ciertos tipos de piel, otros añaden múltiples beneficios. Casi siempre son el ingrediente central de los reclamos publicitarios y son los responsables de proporcionar astringencia, efectos anti-inflamatorios, antioxidantes, exfoliantes, calmantes y refrescantes. Lo que aporta los beneficios son los polifenoles contenidos en el extracto, dentro del grupo los de mayor repercusión son los bioflavonoides que encontramos en extractos de té verde, romero, mora, fresa, vino tinto, semilla de uva y extractos de pino (podéis encontrar más información al respecto en las referencias de esta entrada). El efecto anti-inflamatorio equivale a calmar la piel reduciendo la picazón, tirantez y rojez. Extractos de miel, malva, soja, aloe, lavanda, té verde, algas, regaliz y camomila pueden añadirse por su capacidad para suavizar y acondicionar la piel. Los niveles altos de tanina encontrados en sustancias como el hamamelis, la salvia, castaño de india y roble proporcionan acción astringente. Aparte de su acción astringente, el destilado de hamamelis contiene un 14% de etanol, proporcionando un efecto de frescor. Las isoflavonas conocidas por su contenido fitoestrogénico son beneficiosas para pieles más maduras y secas.
Otros ingredientes beneficiosos como la alantoína y el pantenol (acondicionan y suavizan la piel), antioxidantes, etc. Pueden encontrarse igualmente.
Los ácidos alfahidróxidos (AHA; glicólico, láctico, málico, cítrico, etc.) se usan tanto como exfoliantes como ajustadores del pH. Los AHA son exfoliantes a pH inferiores a 5 y pueden causar irritación y rojez, por eso solemos encontrarlos junto a anti-inflamatorios y extractos botánicos calmantes. Los productos de pH neutro no ofrecen las mismas ventajas como exfoliantes. Podemos encontrar ácidos polihidróxidos, cuyas moléculas son algo más grandes que las de los AHA y por ello menos irritantes (7). Ambos pueden usados en productos de naturaleza acuosa e hidroalcohólica, cuando se usan como ajustadores del pH aparecen en cantidades entre 0.01-0.2%. El ácido salicílico (ácido betahidróxido, BHA) se usa por su acción queratolítica/exfoliante y está categorizado como una droga anti-acné.
Los productos blanqueadores tienen una larga historia en la cosmética asiática. Varios ingredientes están fuertemente regularizados en el mercado asiático como cuasi-drogas (una categoría legal exclusiva de Japón, similar pero no explicable totalmente con la americana OTC, en este contexto podríamos decir que su uso cosmético está regularizado); la morera, gayuba y regaliz son extractos botánicos blanqueadores populares. La forma lipo-soluble de regaliz al 0.05% está regulada como droga en Corea del Sur (8). Los derivados hidrosolubles de vitamina C, magnesium ascorbyl palmitate (MAP) usada al 3% y el ascorbyl glucoside al 2% están clasificadas de cuasi-drogas en prácticamente toda Asia (9).
Se añaden elementos que añaden grosor a la fórmula cuando se busca más viscosidad o un efecto “formador de capa” (film forming, en inglés; es decir, cuando se busca crear una capa hidrofóbica, es decir, oclusiva). Añaden además propiedades emolientes y una mejor textura. Se usan por ejemplo la goma xantana, ácidos poliacrílicos como el “carbomer” y derivados de goma celulosa, como la methylcellulose, hydroxypropylcellulose, hydroxyethylcellulose, etc.
Aceites fragantes o extractos naturales botánicos o aceites naturales se añaden para aportar fragancia y cubrir el olor de los materiales crudos. Pueden usarse también para soportar los reclamos publicitario de un producto o para reforzar el mensaje de que el tónico es suavizante o refrescante, o en el caso de productos dirigidos al acné, medicinal. Por ello los tónicos para pieles secas o sensibles suelen llevar aroma a rosas o lavanda mientras que los dirigidos a pieles acneicas o grasas suelen llevar romero, menta, olores cítricos, etc. Los olores mentolados, a hierbabuena y eucalipto están relacionados con beneficios médicos.
Retos a la hora de formular
- Tipos de piel
La formulación de un tónico tiene dos retos principales: adecuar la fórmula a cada tipo de piel y garantizar la estabilidad y compatibilidad del producto. Cada piel tiene unas necesidades diferentes, sin embargo, los antioxidantes se usan indistintamente para todas ellas.
Las fórmulas libres de alcohol con humectantes, emolientes y agentes calmantes se adecuan más a pieles secas o sensibles. En el caso de las pieles sensibles se añaden anti-irritantes como la alantoína, té verde o extracto de regaliz.
Los tónicos destinados a pieles normales a mixtas normalmente comprenden niveles bajos de etanol, humectantes e ingredientes clave apropiados. Se usan extractos botánicos con contenidos altos en tanina para mitigar los efectos secantes del alcohol y con el fin de aportar firmeza a la piel.
Los tónicos destinados a las pieles grasas tienen como fin un efecto astringente fuerte y controlar/remover el sebo excesivo. Se consigue con niveles altos de alcohol, ingredientes altamente astringentes y agentes que absorben el sebo. El etanol llega a estar presente en un 20-50% del producto. Los efectos sobre el sebo y la sensación de frescos son altamente beneficiosos para las personas de piel grasa. Podemos encontrar ácido glicólico, láctico o salicílico como exfoliantes. Para conseguir una sensación refrescante se añade mentol o eucalipto. Podemos encontrar caolín, poliamidas (nylon-6, nylon-12), sílica y otros ingredientes que absorben la grasa. Podemos encontrar asimismo algún extracto botánico calmante o alantoína para mitigar el efecto secante del alcohol.
Los tónicos dirigidos a pieles acneicas suelen contar con altos niveles de etanol (35-60%), ácido salicílico y agentes antibacterianos naturales como canela o extracto de árbol de té, aunque éste último puede ser alergénico (18-21). El nivel de etanol debe ser el mínimo para lograr solubilizar el ácido salicílico (presente desde un 0.5% a un 2%) con el fin de reducir la posible resequedad. Es necesario un pH inferior a 4 para conseguir efecto del ácido. Agentes calmantes y humectantes se añaden para reducir la posible irritación así como mentol, alcanfor, etc. Para intensificar la percepción medicinal del producto.
En Asia sin embargo los tónicos se tiene una mala percepción del alcohol y olor del etanol, y las pieles asiáticas muestran una mayor sensibilidad al alcohol (23; como ya comentamos en varias entradas, suelen tener la piel más sensible que los occidentales). Los tónicos asiáticos forman el primer paso de la rutina de hidratación y no suelen presentar alcohol. El colágeno, ácido hialurónico e ingredientes blanqueadores son populares en el mercado asiático.
Reclamos publicitarios y métodos de prueba
Los reclamos publicitarios son amplísimos; el más popular es el de una reducción aparente del poro (meramente cosmético, no hay ningún cosmético que reduzca el tamaño del poro; el efecto se consigue con la hinchazón que sufre la piel tras la aplicación del tónico así como con la limpieza del mismo, con lo cual el poro parece menos prominente). Nos prometen pureza y control del sebo; la estabilización del pH de la piel tras la limpieza (algo que tenía sentido antes, cuando los productos de limpieza eran más alcalinos) y sobre todo una miríada de efectos sensoriales como “aspecto de piel sana”, “tono uniforme”, “suavidad”, “efecto calmante”, frescor, “efecto energético”, etc. Reclamos blanqueadores y aclarantes son atractivos en el mercado asiático.
Estos reclamos pueden estar soportados por medidas subjetivas y objetivas. Las subjetivas se centran en la percepción del consumidor tras el uso del producto y las objetivas miden cambios mediante instrumentos técnicos en el color de la piel, reducción del aspecto de tamaño del poro, reducción del aspecto de arrugas y líneas de expresión, etc.
Reacciones adversas
Las reacciones adversas derivas del uso del tónico incluyen irritación por contacto, irritación por alergia y sensibilización. La irritación por alergia es más frecuente en productos que incluyen extractos botánicos y productos que aumentan la penetración de activos (27), especialmente en el caso del propylene glicol a altas concentraciones (por encima del 10%) (28). El aceite de árbol de té no está reconocido por la FDA ni como antibacteriano, ni como anti-acné, ni como antiséptico, pero se encuentra en muchos productos para pieles acneicas y tiene potencial alergénico (18, 21-29). El uso de ácidos puede incrementar la sensibilidad de la piel, especialmente frente al sol.
Conclusión
Los tónicos tienen efectos beneficiosos al ser incluidos en la rutina: reducen la apariencia de los poros, exfolian, controlan el sebo, calman la piel ante agentes medioambientales, ante la sequedad, etc. Y proporcionan un efecto de limpieza y frescor a la piel. Cuando están correctamente formulados, pueden servir como un vehículo adecuado para ciertos principios activos.
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Conclusión personal
Personalmente, no soy tan “optimista” como la autora del artículo. Entiendo que el tónico cumplía una función fundamental antes de que los surfactantes sintéticos llegasen al mercado, como vimos en la anterior entrada el jabón tiene varios inconvenientes como su gran alcalinidad que no pocas veces causaba deposición mineral, que el tónico eliminaba eficazmente, igualmente vimos que tenían menor capacidad de limpieza. En definitivas cuentas, el tónico es un producto adaptado a unas condiciones que no se dan en el mercado cosmético actual y es un formato donde no ha habido demasiada innovación.
Como siempre, si consideramos primero la inclusión de cierto principio activo en nuestra rutina para responder a una necesidad de la piel, y dicho principio se encuentra en el formato de un tónico, entonces creo que simplemente si el producto nos resulta atractivo no hay ningún problema en incluirlo en la rutina. Pero siguiendo con los tónicos “tradicionales” (de los que hablo, por tanto) que este artículo incluye, me parecen un producto bastante prescindible:
- Si necesitas un tónico para acabar de quitarte el maquillaje, lo que necesitas no es el tónico, sino una limpiadora adecuada a tus necesidades de limpieza.
- Muchas veces los productos calmantes que encontramos en los tónicos están para mitigar los propios efectos que el tónico causa, algo que el artículo refleja pero que quizá veladamente.
- Muchos de estos supuestos extractos botánicos (curiosamente, los más usados en cosmética) son irritantes o tienen capacidad de serlo, además como se comenta en el texto, son alérgenos comunes. La canela, el mentol, el eucalipto, etc. Son productos fuertes que generan irritación a ciertas concentraciones, a mí no se me ocurriría ponerme canela en la cara ni “jartá de vino”. En cualquier caso además los beneficios de estos extractos están puestos en entredicho porque depende mucho de la cantidad que se use (hay más literatura sobre algunos, como el té verde o la camomila, por ejemplo), de la fuente, método de extracción, conservación, etc. y me temo que en el tónico a veces están más para responder a los reclamos publicitarios que a otra cosa, la verdad, aunque algunos como comenta el artículo son funcionales, depende del producto. Los polifenoles varían en su composición y medida de fuente a fuente (de un té verde a otro té verde, o de un tomate a otro tomate, por ejemplo) y es difícil saber con exactitud qué estamos usando a no ser que sean extractos sintéticos y controlados. Personalmente si están no me molestan, cuando no sean irritantes, pero suelo saltarlos cuando leo una lista de ingredientes, si quiero –y quiero– acción antioxidante me busco algo con mayor respaldo (lo que incluye aquellos con más respaldo -en vez de un producto con muchos extractos que no me suenan de nada o poco, quiero decir-, pero es que hay una cantidad de posibles extractos enorme), si quiero algo calmante…pues lo mismo. Tampoco comparto esa percepción de que si lleva mil extractos de cosas “naturales” el producto es mejor, podemos resumirlo como que si están ahí es usualmente por mero marketing, y eso lo dice todo (especialmente esos productos que en vez de listar “agua” como primer ingrediente te ponen quince “aguas de ingrediente natural”, como “Aloe Babardensis Water” y similar; los olvido ipso facto y jamás los compraría...algo que por cierto es ilegal en los EE.UU, y muchas compañías hacen). Para ser más concretos, en muchos casos (recalco, no siempre, pero en productos como un tónico creo que es habitual) este es la típica clase de ingrediente que cae bajo lo que se llama "pixie dust", productos que se añaden a la fórmula por cuestiones publicitarias. En el blog chemistcorner podéis leer más al respecto (en inglés). Es el blog "serio" de Right Brain, del blog The Beauty Brains. Por lo demás cabe decir que son un tipo de cosmecéutico muchas veces con una regulación institucional algo difícil, por ejemplo la FDA no lleva control sobre los cosmecéuticos botánicos de este tipo, aunque otras organizaciones sí, en cualquier caso existe cierto vacío legal. Para más información, aquí y aquí.
- Entre el contenido alto de alcohol y el efecto mecánico al aplicar el tónico, los daños sobre el estrato córneo pueden ser considerables y llevar rápidamente a piel sensibilizada y reseca. El problema de la irritación es que no tiene por qué tener efectos visibles y no por ello no la estamos generando, obviamente a un nivel bajo, pero sigue proporcionándole estrés a la piel al fin y al cabo. Personalmente nunca he entendido el uso de productos irritantes en pieles acneicas, que suelen tener inflamación y heridas. Yo sé que suele gustar mucho la sensación “no-grasa” que deja un tónico con alcohol y demás, pero creo que es muy contraproducente y que en pieles acneicas hay que siempre buscar suavidad y cuidado, evitando irritar la piel y estimular la secreción sebácea por exceso de productos astringentes. Para mí piel acneica equivale a piel fácilmente irritada y con posibles heridas, sobre todo cuando hablamos realmente de piel con acné presente, granos con pus, etc. Vamos no es lo mismo eso que tener un grano o dos cuando te baja la regla, me refiero a gente que suele tener acné y además inflamación. Yo personalmente no recomendaría a nadie con acné comprar productos destinados a pieles acneicas/adolescentes –marcas como Clean&Clear y productos similares. Este artículo sostiene tanto mi opinión como el hecho de que productos que tratan efectivamente el acné –retinoides, por ejemplo- junto a fórmulas lo más suaves posibles son más efectivos. Irritar la piel siempre debe evitarse, y la resequedad es una forma de irritarla y sensibilizarla a largo plazo (algo que se suele pasar por alto entre las personas que usan ácidos, no por ser frecuente y una consecuencia no tan grave no supone un problema). Recordemos que un estrato córneo sano y con un buen perfil lipídico es una barrera entre otras cosas, frente a bacterias, y el acné está relacionado con la bacteria P. Acnes, además vimos también cómo afectan las disrupciones del estrato córneo al funcionamiento general de la piel, en conclusión, yo personalmente ni uso ni recomendaría productos que se resulten agresivos, y los anti-acné a veces lo son.
- En pieles muy sensibles o reactivas jamás usaría productos que no fuesen totalmente sintéticos, depende del nivel de reactividad de la piel, los productos sintéticos tienen una reactividad muy baja y son muy neutros, por ello la mayoría de productos destinados a este tipo de pieles son totalmente sintéticos; con una piel sensible a posibles alérgenos usar productos con muchos productos “naturales” y botánicos es jugar a la lotería de la alergia. Yo personalmente no uso productos destinados a pieles muy sensibles pero intento no comprar productos con muchos extractos botánicos por esto mismo (aunque tampoco los evito), ya que mi piel es muy clara y se irrita fácilmente con algunas cosas.
- En pieles muy grasas el efecto astringente puede ser efectivo, intentaría usar más ingredientes astringentes y evitaría el alcohol a no ser que tuviese la piel muy, muy grasa (de todas maneras, comento algo del alcohol más abajo, me refiero aquí a productos que se basan en el alcohol como producto astringente y sin una fórmula que reequilibre el efecto secante del alcohol). En este caso al igual que en el de las pieles acneicas creo que es mejor centrarse en mantener la piel equilibrada, no resecarla (lo que a priori es atractivo, pero supone irritación a medio plazo y puede acabar en un efecto rebote) y la mayoría de productos dirigidos a pieles grasas, sobre todo adolescentes, son demasiado agresivos.
Mi opinión se puede reducir en que creo que normalmente el tónico es un producto que meramente aporta cualidades sensoriales o que principalmente se centra en ellas. Creo que el artículo a pesar de todo lo refleja bastante bien. Como vehículo hidratante me parece un buen medio y yo misma uso algo que podríamos denominar “tónico”, tienen la ventaja de que muchas veces su oclusividad será más ligera que la de una crema hidratante y que pueden igualmente incorporar agentes de hidratación activa como el ácido hialurónico o la glicerina, urea, etc. Con lo cual es una posibilidad más a la hora de modular la rutina de hidratación. Como canal para ácidos también me parece efectivo y yo misma he usado algún producto del estilo. Lo importante como siempre es que nos gusten las características estéticas del vehículo, que éste no intervenga imposibilitando la efectividad del activo y que los ingredientes del producto sean funcionales. Menos cuando llevan alguna cosa específica o son pasos de hidratación, los tónicos basados en ingredientes botánicos –casi todos los occidentales– considero que son un paso totalmente prescindible porque no hay nada específico del vehículo que no pueda ser añadido al paso de hidratación posterior –desde polifenoles a sílica en matificantes- o al de tratamiento –un sérum de antioxidantes, por ejemplo- y reclamos como la regulación del pH o calmar la piel tras la limpieza si bien tampoco es que sean falsos, a día de hoy con fórmulas de limpieza más suaves y con más agentes acondicionadores creo que son poco relevantes. No hará daño el usarlos, pero su funcionalidad se centra más en cuestiones estéticas, yo personalmente prefiero elegir los aspectos de mis productos…funcionales en mayor grado ;)
Por último creo que es relevante comentar algo sobre el uso del alcohol en cosmética. Existe una variedad de alcoholes y no todos son dañinos para la piel, hay varios que son hidratantes y lo más importante es que cumplen una variedad de funciones dentro de la formulación de un producto. Pueden resecar, sí, pero también están presentes como vehículo, emolientes, hidratantes, como moduladores de la textura, como solventes, y también como productos que maximizan la penetración de activos, etc.
Antes de lanzar mis opiniones, quisiera citar una discusión entre dos “blogger”-científicas: Paula Begoun y la autora del blog FutureDerm. Discuten sobre si el alcohol es o no dañino en productos de cuidado facial, creo que entre los comentarios y los argumentos de un lado a otro quizá ayuda a comprender un poco el tema y además así no se limita a mi opinión. La cosa empieza así:
(1) Entrada en el blog Paula’s Choice sobre el alcohol.
(2) Alguien pregunta sobre el alcohol en el blog FutureDerm basándose en la información del blog Paula’s Choice.
(3) Paula Begoun responde personalmente a la entrada del blog de FutureDerm.
(4) FutureDerm responde de vuelta.
FutureDerm me parece que argumenta de una manera considerablemente pobre, por lo demás (creo que se ve claramente en la última respuesta, son “argumentos” muy bajos y sofísticos que eluden la problemática y caen en el ad hominem de manera simplista; aunque grosso modo estoy de acuerdo con ella).
El alcohol (etanol, principalmente, pero en general alcoholes de cadena corta, que resecan) tiene efectos diferentes según cómo sea la fórmula en su conjunto. No es lo mismo usar un producto que sea 60% etanol que un producto que lo incorpore como canal que incrementa la penetración de un activo al 5%. Yo personalmente sí usaría un producto como el segundo, evito los productos que son principalmente alcohol y los productos que contienen alcohol en los primeros puestos del INCI, pero cuando no aparece entre los tres-cuatro primeros y dependiendo de si la fórmula lleva humectantes, emolientes y antioxidantes que mitiguen su efecto (hasta el punto de que el producto hidrate y no reseque en absoluto, que es posible), no lo veo problemático, en ciertos productos la textura que proporciona el alcohol (haciendo que se absorba de manera rápida, algo que valoro en el protector solar por ejemplo) o la capacidad que da de que los ingredientes activos se aporten a la piel de manera más efectiva puede ser interesante. El alcohol se evapora rápidamente y cuando va como vehículo suele ser en cantidades muy pequeñas y acompañado de suficientes “contra-respuestas” que minimicen sus posibles efectos negativos creo que no genera problemas y que como otras cosas (el encantador aceite mineral, por ejemplo) es víctima de prejuicios cosméticos. Del mismo modo creo que tampoco es necesario usarlo: igual que el agua o los surfactantes, crean disrupción en la epidermis y eso puede llevar a sequedad, pero entrar en contacto con agua o usar surfactantes es algo “inevitable”, usar alcohol puede evitarse, la pregunta es por qué. Yo personalmente no tengo problemas si el alcohol aparece en la mitad o más abajo en la lista (en esos casos suele estar presente en muy, muy poca cantidad y como conservante) de ingredientes y si aparece antes, depende, como comenté arriba, pero no evito los productos con alcohol ni creo que sea necesario en todos los casos. Dependerá del producto y de qué tan sensible sea nuestra piel, pero en muchos casos creo que no hay problema en usar alcohol si se cumplen estas condiciones (recordemos que es una opinión a nivel usuario no especializado, hablo de lo que elijo para mí y por qué), ahora bien, los tónicos astringentes para pieles jóvenes y acneicas bien lejos (a estos productos me referí en las conclusiones de arriba). Como siempre, lo que importa es el comportamiento de la fórmula en su conjunto y cómo nos siente personalmente. También puede pasar que las texturas más ligadas al alcohol no gusten – yo odio los sérums que quedan pegajosos, por ejemplo, y suelo preferir texturas más cremosas, entre gel-crema, pero los geles tampoco me gustan normalmente. El alcohol además es responsable muchas veces de que los productos hagan “pelotillas” (se suele culpar siempre a las siliconas de esto, y suele ser el alcohol aunque con frecuencia por el mismo motivo por el que algunas siliconas las causan: volatilidad).
Los alcoholes “de cadena larga” que no resecan son Stearyl Alcohol, Cetearyl Alcohol, Cetyl Alcohol, C12-15 Alcohol, Cetostearyl Alcohol, Cetyl Alcohol 40 y Lanolin Alcohol; aparte están los glicoles, básicamente propylene glycol y butylene glycol, que son los que se usan como humectantes. Como comentamos pueden estar en un producto por varios motivos. Estos alcoholes también se pueden usar para maximizar la penetración de activos, pero el etanol sigue teniendo alguna ventaja si la fórmula es buena y no reseca (como comenté por ejemplo hace que productos grasos lo sean menos, como el protector solar). Los de cadena corta y con más tendencia a resecar son: Etanol (Ethyl Alcohol; alcohol desnaturalizado, lo que normalmente encontramos bajo el nombre de “Alcohol Denat”, y también podemos encontrarlo bajo las nomenclaturas: SD Alcohol 23-A, SD Alcohol 40, and SD Alcohol 40-B…), Methanol, Benzyl Alcohol, Isopropyl Alcohol (o Isopropanol).
En resumen, como siempre mi palabra de eterno uso y repetición excesiva: depende. Juzgar cualquier producto por la inclusión de un solo ingrediente menos cuando son cancerígenos o de probada toxicidad, peligrosidad etc. (cosa harto difícil de encontrar) no lleva a ningún lado, el enfoque debe ser siempre holístico.
Skin 101: Rutina Básica
I: Limpiar la piel
II: Tónico
III: Hidratar la piel
¿Usáis tónico? ¿Creéis que es prescindible?
Fuentes
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Euromonitorw International: London, 2005.
2. Skin Protectant Drug Products for Over-the-Counter Human Use: Astringent Drug Products;
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27. Pittz E. Skin barrier function and use of cosmetics. Cosmet Toilet 1984; 99:30–35.
28. Cosmetic Ingredient Review Expert Panel (CIR). Final Report on the Safety Assessment of
Propylene Glycol and Polypropylene Glycols. J Am Coll Toxicol 1994; 13:437–491.
29. Human studies Draize method, study no. DT-029. Skin and Cancer Foundation Australia, 1997.
Yo sí que uso tónico, me parece imprescindible si deseo que no aparezca sebo en mi piel a las 3h de hacerme la limpieza. Uso un producto que tiene alcohol denat en 4º posición en el INCI y parece irle bien a las zonas más grasas de mi piel. Las más secas, a su vez, no las veo en peor estado desde que uso este tónico. Te dejo la lista de ingredientes a ver qué te parecen: http://4.bp.blogspot.com/-MOPjlMcR8KI/UVWPt4tI0gI/AAAAAAAAANY/3XMLj5AC8_g/s1600/ingredientes.jpg
ResponderEliminarHe usado muchos tónicos durante toda mi vida, entre ellos los de marcas más conocidas como clean&clear que usandolo parecía tener la misma sensación que si me quemaran la piel con fuego -con perdón-.
También he usado un tónico de agua de pétalos de rosa sin alcohol ni parabenos y con este me encuentro con que usar eso y nada en las zonas grasas es lo mismo.
Otro producto que he utilizado es una loción clarificante, que es como un tónico pero la textura es en gel. Tengo que descubrir aún más sobre este tipo.
Imagino que pronto harás el apartado de las cremas hidratantes, a este le tengo muchas ganas porque todavía no he sido capaz de adentrarme en productos de este tipo por mi desconocimiento total en ese campo.
El alcohol tiene un efecto astringente, si no te reseca lo puedes usar sin problemas, en general aparte de mínimos teóricos lo importante es probar el producto en la piel, si te va bien no hay ningún problema :)
EliminarEn ese tónico para que está para controlar la textura, por lo demás lleva varios humectantes y algunos extractos con efectos varios: astringentes, calmantes, etc. La mayoría de las cosas que lleva son "extracto de", lo principal son los ingredientes del principio, básicamente humectantes. Si te va bien, nuevamente, no hay problema. Yo personalmente evito como comenté en esta entrada comprar productos de este estilo porque no sé suficiente para determinar la eficacia de todos estos "extractos de" y prefiero comprar otras cosas.
Y sí dentro de poco vendrá la entrada de hidratantes y quiero hacer una sobre piel acnéica, ando mirando un poco los textos y me toma un poco de tiempo resumir/traducir, pero estoy en ello ;)
Saludos
Otra de las cosas que desconozco es cuánto podría tardar en empezarme a resecar la piel. Por ejemplo, en otros que he probado desde la primera aplicación ya me noto la piel tirante y un poco descamada, pero quizás este -que no tiene por qué ser así- me cause los mismos síntomas pero a largo plazo. Llevo ya más de un mes con 2 aplicaciones diarias religiosas y no noto nada raro por ahora, pero a saber xD. Cuando algo funciona tan bien parece que no puedes confiar en que siempre vaya a ser así.
EliminarPues supongo que depende de varias cosas, el nivel de hidratación inicial, cuánto sebo generes y lo secante que es el producto. La gente tiene mucho miedo al alcohol y yo lo entiendo, pero es que depende de la fórmula la verdad. El problema realmente es la irritación, la piel cuando está irritada o algo seca no tiene por qué mostrar ningún signo evidente, pero ese estrés que le estás dando a la piel a largo plazo tiene su efecto. Por ejemplo es algo que mucha gente que se lanza a usar ácidos no tiene en cuenta, igual no ves nada aparente pero la piel está muy estresada, en los ácidos es peor porque no sé porqué se tiende siempre a querer subir de concentración cuando no es necesario y siempre se le quita hierro a los efectos de las cosas que generan irritación en la piel si los efectos no son bestias, pero están ahí aunque no los veas. También ten en cuenta que la piel cambia, mis necesidades de hidratación son radicalmente (pero radical) diferentes en invierno-enero que en verano-julio, paso de tener la piel deshidratada y desmacamada a tenerla grasa en toda la zona T y mucha gente atribuye esta clase de cambios a los productos, pero es que la piel cambia a medida que cambia el medio ambiente, no sólo la temperatura, sino humedad, nuestras hormonas, etc. Normalmente cuando un producto deja de ser efectivo es porque las necesidades de la piel han cambiado, en mi opinión al menos. Yo las cosas de cuidado facial las pruebo al menos tres meses y en distintas condiciones climáticas si puede ser, y veo cómo reacciona mi piel, mientras elijas cosas que a priori no tienen por qué causar irritación puede pasarte claro, que te irrite o te deshidrate, pero eso sobre todo en nuestro caso que no tenemos formación específica (lo asumo, igual sí) y al menos por mi parte puedo decir que sé poquísimo pues pasa por experimentar con el producto, para bien y mal :# También creo que sabiendo cuatro cosillas elegir se hace un pelín más fácil, aunque sea muy básico a mí me ha servido y creo que es bastante útil, por eso estas entradas del blog :)
EliminarAparte y por contestarte bien: puede que esa irritación bajita que vayas acumulando con algún cambio -un ambiente más seco, por ejemplo- acabe por desestabilizar todo y empieces a tener la piel más seca, o sea que igual en X condiciones no aparecen efecto pero en lo que se suma alguna otra cosa que no depende de hábitos/rutina facial pues acabas teniendo efectos más visibles. Es mi opinón, eh, que no soy química ni nada :P
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